Mi historia en el skate se remonta a principios de los años 2000, época en que la cultura en general se caracterizó por una mezcla tendencias modernas y tradiciones. El auge de la tecnología y la globalización estaban transformando la manera en que las personas se comunicaban, se entretenían y se relacionaban entre sí. En particular, los videojuegos se convirtieron en una forma de entretenimiento cada vez más popular y dominante, especialmente entre los más jóvenes. Yo era uno de ellos, pues tenía un fanatismo absurdo por la saga de Resident Evil, la cuál se convirtió en poco tiempo en un modo de socialización para mí.
Los juegos más populares de esa época aparte de la saga mencionada incluían títulos como: Super Mario Bros, Sonic the Hedgehog, The Legend of Zelda y Pokémon. Estos juegos se hicieron muy populares en todo el mundo y crearon una base de fanáticos leales. Sin embargo, una franquicia se estaba abriendo tanto campo que cuando tuve contacto con ella me cambió la vida para siempre; estamos hablando nada más ni nada menos que de Tony Hawk’s Pro Skater.
Hacía el año 2002 me fuí de vacaciones para Bogotá a la casa de mi primo más cool de aquella época. Quien ya era un skater abstraído en lo que puede llegar a ser el Skateboarding. Él tenía una Play Station 1 de primera generación y estaba completamente atrapado por Tony Hawk’s Pro Skater 2. Al verlo en ese estado, pensé en que quizás buscando trucos su experiencia de jugabilidad podría mejorar aún más, así que le sugerí que nos conectáramos a Internet para entrar a la página de “trucoteca” (la cual yo solía frecuentar para descubrir trucos de los videojuegos). Una vez estando dentro encontramos trucos icónicos como el de gravedad lunar y especial ilimitada, sin embargo uno en particular estaba a punto de marcar un punto de inflexión en mi vida: EL QUE LIBERABA TODO.
Carátula de Tony Hawk’s Pro Skater 2 la secuela del supervendido y aclamado Tony Hawk’s Pro Skater. El título original tenía controles sencillos, mecánicas de juego sólidas y efectos visuales asombrosos.
Al usar ese truco, literalmente todo el contenido del juego se desbloqueó. Para que me puedas entender en caso de nunca haber jugado Pro Skater, (que en primer lugar lo siento por ti) el truco consistía en desbloquear logros que hacían avanzar progresivamente tu carrera como skater dentro del juego evitando tener que jugar por horas y horas. Así fue que ví por primera vez a Spider-Man montando en patineta, haciendo trucos increíbles y el juego empezó a parecerme un tanto entretenido y simpático.
Mi primo estaba muy emocionado con lo que iba descubriendo del juego cada vez más y más, hasta que de repente paró de jugar por un momento y dijo: “Ok! Si esto liberó todo, entonces…” hizo silencio e inmediatamente empezó a navegar dentro del juego, al verlo yo no tenía ni la menor idea de lo que hacía, hasta que empezó a reproducir la galería de vídeos que traía el juego. Recuerdo que empezó con un video de recopilación de caídas que curiosamente me llamó la atención incluso más que los vídeos de cada uno de los skaters profesionales que le siguieron. Sin embargo, llegó el momento de reproducir el vídeo de uno de ellos que cambió mi vida para siempre: Rodney Mullen.
El video de Rodney Mullen iniciaba con un casper slide to 360 flip seguido de una cantidad de trucos maniobrando la tabla en dos ruedas mientras los combinaba en combo y hacía el llamado por mi: “raspando por la lija” pues así era como yo describía un darkslide antes de manejar la jerga apropiada del skate, misma que en su mayoría fue construida gracias a los nombres que el mismo Rodney Mullen iba dando a cada truco que iba inventando. Fue así que me enamoré del skate y empecé a utilizar una patineta “ballenera” con la cubierta superior de lija inmersa en la primera capa de madera, la cual mi tío padre de mi primo me había regalado de navidad unos seis meses atrás, en una especie de intento de “reclutamiento al skate” y que fue a parar debajo de un armario hasta ese día. Así, supe que estaba destinado a ser skater y en esa tabla comencé a practicar el casper, primer truco que dominaría a diferencia del generalizado ollie en la mayoría de skaters principiantes.
Mi obsesión por el skate fue creciendo progresivamente, al punto de absorberme por completo. Mi fijación con el estilo de patinar de Rodney Mullen forjó mi estilo particular e incluso me apodaron como “Mullen” o “Rodney” halagos inmensos para mi. En sí, tal estilo es una modalidad del skate conocida como Freestyle o Flatground la cual formó las bases del skate moderno y fue popular desde mediados de los 70s hasta finales de los 80s. Algo curioso es que leyendo su libro autobiográfico; (que a propósito te lo recomiendo bastante y lo puedes comprar en Amazon y abajo te dejo el enlace), algunos momentos de mi vida fueron similares a los que él pasó, los cuales contribuyeron para tener cierta diferencia notable en comparación con los skaters de mi entorno.
The Mutt: How to Skateboard and Not Kill Yourself |
Y así fue como empezó mi amor y pasión por una patineta que me ha llevado por un viaje que jamás llegué a imaginarme y finalmente a estar escribiendo y compartiendo este relato contigo. ¿Quieres ver parte de los trucos que aprendí a dominar? Para despedirme aquí te dejo una propuesta audiovisual que hicimos tiempo atrás y está inspirada en el trabajo del filmmaker Brett Novak.
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